Aunque en los últimos años la brecha de género en el acceso a créditos se ha reducido en México, las mujeres siguen estando por debajo de este tipo de servicios financieros respecto a los hombres, pero organizaciones como Grameen de la Frontera aportan su granito de arena para lograr la inclusión financiera.
Nacida hace 23 años, esta organización no gubernamental trabaja principalmente con mujeres de las comunidades rurales del sur de Sonora, aunque ya se están extendiendo hasta Hermosillo, platica su directora general, Paula Takashima Aguilar.
“El objetivo principal es lograr la inclusión financiera en comunidades rurales. Hace 20 años era muy complicado que una mujer en una zona rural indígena pudiera tener acceso a servicios financieros y mucho más a un crédito, entonces nacemos con esa encomienda”, dice.
Grameen de la Frontera inició operaciones en Huatabampo, después se extendió a Navojoa y Ciudad Obregón y están por abrir una oficina en Hermosillo.
“A lo largo de los años se han beneficiado más de 55 mil familias con créditos, una cantidad bastante importante y algo que se fue viendo, conforme iba pasando el tiempo, es que el acceso al crédito de alguna manera empodera a la mujer, le da la oportunidad de poder tener acceso a recursos, de poder tener su propio negocio, sin embargo, eso no es suficiente para poder cambiar la vida de las comunidades rurales, sobre todo porque sabemos que hay muchas necesidades”, reconoce.
De acuerdo con los resultados que arrojó la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, en México el 31.7% de las mujeres de 18 a 70 años tenían un crédito formal, pero en las comunidades de menos de 15 mil habitantes el porcentaje se reduce al 23.5 por ciento.
Takashima Aguilar destaca que Grameen de la Frontera tiene a la mujer como eje de desarrollo porque cuando una mujer cambia, todo lo que está a su alrededor va a cambiar.
“El fin es lograr la transformación de las comunidades rurales, pero siempre teniendo como eje rector a las mujeres”, reitera.
Aclara que el crédito que manejan es sin garantía y es para lo que la persona quiere emprender, entendiendo que Sonora es uno de los estados más grandes del país y es muy diverso.
“Las regiones tienen sus vocaciones, tenemos por ejemplo personas que toman el crédito y forman sus cooperativas pesqueras, las que se dedican al campo, el giro de alimentos: tortillas, empanadas, todo lo que se produce en la región, hasta incluso el tema de artesanías, es muy variado, no depende de nosotros, más bien de la vocación de las regiones y de las habilidades que ellas tienen”, explica.
Al ser un proyecto social, la directora general de Grameen de la Frontera destaca que tienen la tasa de interés más barata del mercado, no tienen contratos abusivos y acompañan a las mujeres en su proceso de emprendimiento para que puedan hacer crecer su negocio y lo sepan administrar.
“Y no solamente nosotros, aportamos también otros actores, trabajamos muy de la mano con las universidades y ellos se convierten en consultores, tratamos de que sea un crédito que de verdad sea productivo y que lejos de ser un problema para la familia, pueda resolver necesidades”, subraya.
Actualmente Grameen de la Frontera tiene alrededor de 4 mil 500 mujeres al mes con créditos activos, además de que desarrollan programas sociales complementarios con los que llegan a casi 7 mil beneficiarios adicionales al año, explica.
Principalmente trabajan con la infancia en prevención de violencia de género, nivelación escolar, prevención de salud, hambre cero y banco de leche materna. El objetivo es desarrollar una nueva mentalidad que lleve a las nuevas generaciones de las comunidades rurales a desarrollarse.
ORIGEN DE GRAMEEN DE LA FRONTERA
El fundador es Marshall Saunders, quien falleció en 2020. Era un jubilado de Estados Unidos que se juntó con un par de amigos, reunió fondos y se vino a hacer filantropía a México.
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
Por su impacto social, Grameen de la Frontera es una de las 16 empresas mexicanas que fueron reconocidas por el listado Best of The World.
PARA SABER
Grameen de la Frontera es la única empresa del noroeste de México reconocida por el Sistema B, una organización sin fines de lucro cuya misión es alcanzar un sistema económico inclusivo, equitativo y regenerativo para todas las personas y el planeta.
