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Empresa, emprendimiento y economía

Aprovechamiento de recursos
Plantean tres propuestas de economía circular en La Paz
Investigadores ven factible el aprovechamiento de los residuos de callo de hacha, el desarrollo de la camaronicultura de bajo impacto y la implementación de modelos comunitarios de producción de alimentos

Con el objetivo de maximizar al grado más profundo posible, todo lo que un recurso puede ofrecer, un grupo de investigadores plantearon adoptar el enfoque de economía circular con tres propuestas que pueden ser aplicadas en La Paz.

En el marco del Foro ConCiencia La Paz fue presentada la ponencia La Paz hacia la economía circular: oportunidades y retos, una investigación en la que participaron Alba Eritrea Gámez Vázquez, Elena Palacios Mechetnov, Crisalejandra Rivera Pérez, Alejandra Nieto Garibay, Paola Magallón Servín, Fernando Aranceta y los coordinadores César Salvador Cardona Félix y Liliana Rojo Arreola.

“La noción de economía circular se ha vuelto atractiva como solución a la crisis ambiental y económica contemporánea. Su punto de partida más usual es el reconocimiento de que el modelo lineal en que se ha sostenido la economía (basado en extraer, producir, usar, y desechar) está llevando al colapso del medio ambiente, y que se requiere de un cambio que vaya más allá del mero reciclaje”, apunta la presentación de la investigación.

Ante ello, en el documento los académicos plantean tres propuestas que promueven ejercicios de economía circular, apoyándose en algunas investigaciones científicas realizadas respecto al mejor aprovechamiento de recursos en el área de la Bahía de La Paz.

Aprovechamiento integral de moluscos

La pesquería de moluscos es emblemática en la zona de La Paz, con el aprovechamiento de diferentes especies de almejas, mejillones, ostión y callo de hacha.

En el caso del callo de hacha, destacan que se puede aprovechar las vísceras, gónadas y conchas como una fuente de ingreso adicional para las comunidades pesqueras, en especial para las mujeres que limpian los callos.

“El callo o músculo comerciable de un organismo de 400 gramos (con concha) es de 25 gramos, apenas el 6% del peso total, por lo que se desechan aproximadamente 120 gramos de vísceras. Una de las propuestas aquí planteadas, es el uso de las vísceras como ingreso adicional de recursos”, exponen.

La investigación presenta un prototipo de secador solar para esos subproductos, como un primer paso para su uso como aditivo en el alimento de gallinas ponedoras, dado que se ha comprobado que esta práctica mejora muy significativamente el valor nutricional de los huevos, con hasta cinco veces más el nivel de DHA y tres veces los niveles de EPA (ácidos grasos omega 3).

Las vísceras de hacha tienen aproximadamente 52% de proteína y 14% de lípidos. Las proteínas son ricas en aminoácidos esenciales que los humanos no sintetizan y los lípidos tienen ácidos grasos esenciales no solo para humanos, sino para otros vertebrados, como gallinas y gatos, así como animales de cultivo marino, como peces y camarones, sostienen.

Además del uso de las conchas como insumo para artesanías o fabricación de piezas de ornato, los investigadores plantean que se pueden obtener minerales como el carbonato de calcio, el cual se utiliza para mejorar los rendimientos de todo tipo de alimento para animales; o para su uso en la construcción de pisos y mosaicos, para lo cual ya hay una experiencia anterior con el uso de concha de almeja catarina.

Desarrollo de camaronicultura de bajo impacto

Alrededor del mundo, varias innovaciones tecnológicas son aplicadas para hacer más eficientes los sistemas de cultivo de camarón y disminuir el impacto ambiental.

En un estudio reciente sobre la eficiencia de las granjas de cultivo de camarón en Sonora, se identificó que el consumo de energía y la formulación del alimento tienen un mayor impacto ambiental.

“Para solucionar este problema, se han propuesto fuentes de proteína innovadoras por ser más sustentables, entre estas se encuentra la harina de algas marinas, pues son una excelente fuente de proteínas, carotenoides, minerales, polisacáridos y vitaminas, lo que hace atractiva su utilización como aditivos de alimento de camarón”, dice el documento.

Otra propuesta es adoptar un esquema de cultivo multitrófico integrado, un sistema con dos o más especies diferentes cuyas funciones son complementarias.

“Bajo este esquema se logra mejorar la eficiencia del sistema y, sobre todo, reducir la cantidad de agua de desecho que se genera, pues el agua es recirculada y bio reciclada dentro del mismo sistema”, cita la investigación.

En La Paz se han probado a nivel experimental los esquemas camarón-macroalga y camarón-ostión-macroalga, comprobándose la factibilidad de incluir las algas del cultivo en el alimento del camarón, con la ventaja adicional de reemplazo de hasta el 20% de la harina de pescado de las formulaciones convencionales del alimento del crustáceo.

“En estos esquemas se han logrado determinar densidad de cultivo óptima (1 ostión por cada 10 camarones), encontrando las condiciones en que la eficiencia en el control de las concentraciones de compuestos nitrogenados y fosfatos es comparable con el recambio continuo de agua, logrando disminuir hasta en un 80% la cantidad de agua de desecho”, expone.

Modelos comunitarios de producción de alimentos

La tercera propuesta es la implementación de un modelo comunitario para la producción de alimentos de alta calidad nutrimental, integrado a comedores urbanos comunitarios que operan en Baja California Sur.

Se trata de un sistema productivo intensificado, eficiente y sostenible de alimentos que no necesita tierra arable, y tiene un reducido consumo de agua, energía y fertilizantes, que contribuye a la seguridad alimentaria y salud de las familias de zonas urbanas y peri-urbanas, de gran potencial como auxiliar para el desarrollo, destaca la investigación.

“Dentro de los diferentes tipos de circuitos alimentarios, existe un modelo que se llaman ‘de proximidad’, la configuración de estos implica o comprende los flujos alimentarios orientados hacia los mercados locales y regionales, cuyas características están vinculadas a una mayor cercanía del origen productivo del alimento y los consumidores, este tipo de sistemas alimentarios reduce la generación de residuos y permite a las comunidades establecer sistemas basados en la economía circular”, explica el documento.

La proximidad entre la producción de alimentos y el consumidor reduce de manera significativa la cantidad de combustible necesario para el transporte, los costos de estos y mejora la frescura, genera liderazgos y ligas comunitarias y familiares.

La estrategia consiste en implementar sistemas productivos altamente intensificados que permitan lograr un círculo virtuoso y sostenible para la producción de alimentos.

La propuesta establece un modelo de producción integrado a la estructura de comedores comunitarios en Baja California Sur, donde ya existe una unidad social para insertar sistemas productivos sostenibles que generen proteína de alta calidad y vegetales, contribuyendo a la salud de los consumidores.

Los académicos concluyen que el modelo de economía circular propone el aprovechamiento integral de los recursos y reducir la generación de desechos, con el propósito de frenar el actual deterioro ambiental, la desigualdad económica y social, incorporando el uso eficiente de los recursos, el conocimiento, y el talento local para promover el desarrollo de La Paz.

Fuente: Foro ConCiencia La Paz

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