El agua es un insumo básico para la vida y en el estado de Baja California Sur, incluyendo su capital La Paz, es un recurso escaso que debe ser cuidado por el bien de todos sus habitantes.

En el Foro Conciencia La Paz fue presentada la investigación titulada La Problemática del Agua en La Paz, Baja California Sur, un trabajo académico desarrollado por Mara Yadira Cortés Martínez, Jobst Wurl, José Antonio Pérez Venzor, Karen Velázquez Pedroza, Yersinia Olvera Vidal, Francesca Pancaldi, Enrique Troyo Diéguez, Janette Magali Murillo Jiménez, Alejandra Irasema Campos Salgado, María Z. Flores López, coordinado por esta última.

En esta investigación exponen que en los polos de desarrollo como La Paz, Los Cabos y Loreto el agua es un recurso que además de ser escaso está sobreexplotado.

“En la cuenca de La Paz la precipitación y las escorrentías superficiales son escasas. La mayoría de las fuentes de agua se encuentran en el subsuelo y tienen una lenta renovación”, indican.

Esta ciudad, revela la investigación, presenta un déficit de 100 litros de agua por segundo, en parte por problemas derivados de la extracción, falta de sectorización ordenada y fugas.

“Existen problemas técnicos, azolve de pozos y obsolescencia de tuberías de una red pública antigua y envejecida, cuya modernización requiere de una elevada inversión en infraestructura hidráulica y tanques de almacenamiento”, expone el documento.

El problema, agrega, es que el organismo operador de agua potable en el municipio de La Paz está en estado financiero crítico, con deudas generadas de antaño y pocos ingresos.

Materiales nocivos o potencialmente tóxicos

La investigación señala que otro problema es el aporte de materiales transportados por escorrentías temporales o torrenciales, que pueden contener elementos nocivos o potencialmente tóxicos, como arsénico, azufre, mercurio, plomo, uranio, vanadio, medicamentos, protozoarios, entre otros.

Estos ponen en riesgo el equilibrio ecológico de las especies como para las actividades productivas y afecta la salud de la flora, la fauna y de los pobladores que dependen y/o se alimentan de productos de estos cuerpos de agua, expone.

“Las concentraciones de arsénico en el agua subterránea en México y en el mundo es un problema y se debe a diferentes factores, principalmente a las actividades antropogénicas (las que realiza el ser humano) y naturales. Baja California Sur no es una excepción”, indica.

A esto se suma la intrusión de agua salada en el acuífero de La Paz, situación que se reconoció por primera vez en los años 70, sin embargo, el proceso de sobreexplotación continuó.

“Desde entonces se han realizado una gran cantidad de estudios, pero todavía existe una controversia sobre la gravedad del problema”, expresa.

Tratamiento de agua para reúso

La investigación destaca que el tratamiento de aguas residuales es un tema prioritario para el medio ambiente y la salud, ya que la escasez obliga a valorar este recurso como una fuente alternativa.

Detalla el documento que, en el municipio de La Paz, hay cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales activas, que tratan 417.7 litros por segundo.

“Las Plantas Tratadoras de Aguas Residuales realizan una labor muy importante al mejorar la calidad del agua para ser reutilizada en los diferentes tipos de usos, y con ello contrarrestar la sobreexplotación de los acuíferos y fuentes superficiales”, indica.

Los académicos subrayan que se requiere fomentar el reúso e intercambio de agua residual tratada, sustituyendo agua de primer uso, principalmente en actividades industriales y agrícolas, impulsando el desarrollo sustentable.

“Las necesidades de inversión en el sector del agua potable y saneamiento son enormes, y se debe trabajar en la gestión de las aguas residuales en la región, programas masivos para su captación y tratamiento. El desarrollo urbano futuro necesita enfoques que minimicen el consumo de los recursos y que se centren en su recuperación del recurso, en este contexto, las aguas residuales son y deben considerarse un recurso valioso a partir del cual pueden extraerse energía y nutrientes, así como ser una fuente adicional de agua”, exponen.

La investigación advierte que los conflictos hídricos que ya son muy graves a estas alturas se van a agudizar cada vez más y ya no son sólo conflictos por agua, sino que tienen aristas medioambientales y otros que comprometen el desarrollo del estado.

La capacidad de gobernanza y gestión en este ámbito ya está en crisis y va a empeorar en la medida en que no haya cambios sustanciales, por lo que plantean medidas para atacar la problemática, entre ellas las siguientes:

Propuestas

• Determinar los volúmenes de agua superficial y subterránea en las cuencas hidrográficas que drenan a la bahía y laguna de La Paz.
• Identificar fuentes potenciales de contaminación del agua y sedimentos de los cuerpos de agua de la bahía y laguna de La Paz, a través del análisis elemental de los sedimentos de arroyos, playas, planicies de inundación, zonas de manglar y fondo marino, del análisis elemental del agua residual de la planta generadora de electricidad CFE, de la planta minera Roca Fosfórica Mexicana, de las plantas desaladoras privadas, del agua de pozos playeros y del agua hidrotermal como es el caso de la zona costera en el poblado El Sargento.
• Monitoreo de los desechos producto de la desalación en algunos sitios costeros para la obtención de agua potable, como en la costa de la península de Pichilingue.
• Implementar el Plan de Acción de Manejo Integral de la cuenca (PAMIC) La Paz, una herramienta integral con un enfoque sistémico que permite identificar las acciones prioritarias para conservar nuestra cuenca y agua subterránea, así como las personas e instituciones que pueden implementarlas.
• Incluir el aprovechamiento y reúso del agua en la planeación urbana.
• Elaboración de un dictamen consensuado sobre la factibilidad y riesgos de plantas desalinizadoras.
• Construcción, actualización de indicadores clave sobre disponibilidad y calidad del agua en acuíferos críticos, administrados a manera de informes trimestrales, cuatrimestrales o semestrales por la CEA y el COSCYT, con la participación de las entidades del sector y las instituciones de educación superior.
• Identificar las altas concentraciones de arsénico y iones por ejemplo cloruros y sodio, con esta información se puede hacer un mapa de distribución de las concentraciones y posteriormente se puede conocer qué concentraciones rebasan los límites máximos permisibles establecidos por la NOM-127.
• Pláticas de divulgación a la comunidad, para tener informada a la población de la situación actual sobre la calidad del agua.
• Atención inmediata a las PTAR, ya que los nutrientes con los que cuenta el agua residual tratada son vitales para el reúso de áreas verdes, disminuyendo el uso de agua de primer uso.

Fuente: Foro ConCiencia La Paz