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ECOSISTEMAS Y BIODIVERSIDAD

Ecosistema
Manglares, una riqueza de las costas de México
El valor del manglar como capital natural, con una tasa de descuento del 6%, es de 625 mil dólares por hectárea, estiman Marlenne Manzano, investigadora de la UAS, y Lorenzo Rosenzweig, de Terra Habitus A. C., pero la tasa de pérdida anual de estos espacios es casi del 2%

Si no has recorrido en lancha los canales, marismas, lagunas y estuarios rodeados de mangle, te estás perdiendo una experiencia única, por la belleza que guardan estos sitios, que además son el hogar de muchas especies marinas y aves.

En un análisis publicado en Este País, Mercedes Marlenne Manzano Sarabia, investigadora de la facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y Lorenzo Rosenweig, de Terra Habitus A. C., destacan que en las costas de México hay una superficie de 900 mil hectáreas de manglares, lo que representa el 6 por ciento de la cobertura mundial.

Solo Indonesia, Australia y Brasil tienen una superficie mayor de este ecosistema que México.

Los manglares de México, con una superficie aproximada de 900 mil hectáreas representan el 6% de la cobertura mundial y posicionan a nuestro país en el cuarto lugar, siendo Indonesia, Australia y Brasil las naciones con mayor extensión de este ecosistema.

En el mundo se han reportado más de 70 especies, mientras que en México se encuentran: Rhizophora mangle (mangle rojo), Laguncularia racemosa (mangle blanco), Avicennia germinans (mangle negro), la especie asociada Conocarpus erectus (mangle botoncillo), así como Avicennia bicolor (mangle bicolor o salado) y Rhizophora harrisonii (mangle caballero) las cuales tienen una distribución restringida en Oaxaca y Chiapas.

Los manglares se encuentran distribuidos en casi todas las costas de México, con excepción del litoral del Pacífico, en Baja California, la costa norte de Tamaulipas y algunas zonas de Michoacán.

En cuanto a su distribución en nuestras costas, están presentes en ambos litorales, con excepción del litoral Pacífico del estado de Baja California, parte de la costa norte de Tamaulipas y ciertas zonas costeras de Michoacán en las que la topografía no favorece su presencia.

¿Qué valor tiene el mangle?

En el pasado los manglares eran considerados sitios sin valor e insalubres, pero esta percepción está cambiando en las comunidades, donde reconocen la función y servicios que proveen, particularmente en aquellas que habitan a su alrededor.

Actualmente, se emplean metodologías para estimar el valor económico que representan los manglares y se ha calculado, por ejemplo, que una hectárea de manglar en el Golfo de California se le puede atribuir un flujo, por las pesquerías que genera, de aproximadamente 37 mil 500 dólares por hectárea al año (Aburto-Oropeza y colaboradores, 2008).

“Si consideramos que este es un flujo anual expresado en una unidad monetaria, podríamos estimar que el valor del manglar como capital natural, con una tasa de descuento del 6 por ciento, es de 625 mil dólares por hectárea. Es decir que la degradación o destrucción de 100 hectáreas de este ecosistema en Baja California Sur nos empobrece a todos los mexicanos pues reduce el valor de nuestro patrimonio natural en 62.5 millones de dólares. Un ejercicio similar para el Golfo de México o el Mar Caribe arrojaría una cifra quizá mayor”, refiere el análisis.

Sin embargo, debido a actividades humanas como el desarrollo urbano, cambios de uso de suelo para destinar estos espacios al turismo, acuicultura, agricultura, ganadería, entre otras, además de eventos naturales como huracanes, heladas, lluvias extremas, sequías y plagas, la tasa de pérdida anual de este ecosistema en México es cercana al 2 por ciento.

Un ecosistema que brinda múltiples beneficios

La belleza exótica de los manglares es solo una razón por la que este ecosistema que da refugio y alimentación a infinidad de especies debe ser protegido. La importancia va mucho más allá de la estética.

Los manglares juegan un papel clave para la pesca artesanal de subsistencia y la comercial en general. Varias especies realizan parte de su ciclo de vida en estos sitios, un ejemplo de ello son los camarones, ya que en su mayoría ingresan a las lagunas costeras en etapa temprana, encontrando refugio y alimento, hasta el momento en el que emigran a aguas abiertas. La pesquería de camarón en particular es una de las principales en México, donde muchas comunidades se benefician de este servicio de provisión. Lo mismo sucede con especies comerciales de escama como pargos, jureles y meros, que utilizan el resguardo de los manglares durante su juventud para posteriormente salir al mar.

La producción de miel de manglar es otro servicio de provisión de estos ecosistemas costeros. La miel de manglar es un producto orgánico muy consumido en el país, al cual se le atribuyen diversos beneficios para la salud. Actualmente se realizan en México varios proyectos en manglares y áreas adyacentes para producir miel. Un ejemplo de ello es el proyecto Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (Procodes) de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), cuyo beneficiario es el Ejido Laureles, Nayarit, o el proyecto “Mieles Mesoamericanas” realizado por Ecosur.

Un tercer ejemplo de servicio de provisión se relaciona con el campo de la farmacéutica. En las lagunas costeras donde se encuentran los manglares, se encuentran también diferentes especies de macroalgas, algunas de las cuales han reportado actividades del tipo antimutagénico (que previene cambios en el ADN de las células), antioxidante (sustancias que previenen o retardan daños a las células) y antiproliferativo (que impide la reproducción celular, particularmente de células cancerosas), con un uso potencial para ser empleadas como fuentes de compuestos para la elaboración de nuevos medicamentos contra el cáncer (Osuna-Ortíz y colaboradores, 2016).

Un servicio de regulación importante es la protección que los manglares brindan durante la ocurrencia de tormentas tropicales y huracanes, ya que cumplen una función de amortiguación para la zona costera ante el oleaje intenso, disminuyendo el riesgo de inundación.

Además, los manglares son sumidero de carbono, es decir, esta vegetación contribuye en la captura y almacenamiento de CO2 de la atmósfera, uno de los principales gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. Diferentes investigaciones han concluido que esta capacidad de almacenamiento es hasta cuatro o cinco veces mayor en comparación con otros bosques tropicales.

Manzano y Rosenweig afirman que los retos para la conservación de los manglares en México son numerosos.

“La posible pérdida de sus servicios ecosistémicos nos enfrenta a desafíos importantes que deben ser atendidos y priorizados. En términos de afectación a nuestros manglares, el cambio de uso del suelo por desarrollos turísticos e inmobiliarios y obras de infraestructura portuaria e industrial son la principal fuente de deterioro de estos ecosistemas costeros”.

Desde una perspectiva de contaminación, los manglares son muy vulnerables. Al encontrarse en la cuenca baja en la desembocadura de corredores riparios y zona de transición terrestre-marina, terminan siendo áreas de concentración de contaminantes. Un ejemplo de ello son los plásticos, los cuales eventualmente se van degradando en tamaño. Fragmentos menores a 5 mm son considerados como microplásticos. Éstos al ser consumidos por peces, moluscos y crustáceos que se encuentran en los manglares, pueden a su vez incidir en la salud humana, particularmente de las poblaciones costeras cuya alimentación está ligada a esos recursos pesqueros.

Nuestras ciudades, y las prioridades de sus habitantes, están tan alejadas de estas complejas y magníficas redes de productividad costera que resulta difícil argumentar sobre la imperante necesidad de su cuidado. Son, sin embargo, como nuestros bosques, selvas, desiertos, pastizales y cuerpos de agua, una de las muchas piezas esenciales para mantener el sueño de una nación competitiva, resiliente y con futuro.

DATOS INTERESANTES DE LOS MANGLARES

  • México cuenta con una superficie de 900 mil hectáreas de mangle.
  • El valor del manglar como capital natural se estima que es de 625 mil dólares por hectárea.
  • Los manglares juegan un papel clave para la pesca artesanal de subsistencia y la comercial en general.
  • Los manglares contribuyen en la captura y almacenamiento de CO2 de la atmósfera.
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